A la hora de hacer reformas o renovar la estética de nuestra casa, uno de los aspectos más importantes en el que tenemos que pensar es el tipo de suelo que vamos a escoger. El suelo de parquet se ha convertido en uno de los tipos de suelo más utilizados gracias a la calidez, la elegancia y la luminosidad que aporta. Sin embargo, a la hora de poner parquet en casa, podemos encontrarnos con que existen distintas variantes que pueden dar lugar a confusiones.
Antes de lanzarte a realizar cualquier obra, lo mejor es que te informes lo suficiente como para conocer los distintos tipos de parquet que existen y cuál es la diferencia entre el parquet y la tarima flotante. Cada uno de este tipo de suelo tiene sus propias características y ventajas de las que queremos hablarte a continuación. Por lo que piénsalo bien a la hora de escoger, ya que siempre existe un suelo más adecuado para cada casa y familia.
Características y tipos de parquet
Comenzamos por el parquet tradicional, que suele ser la opción más clásica y una de las más populares a la hora de poner este suelo de madera. El parquet, de forma habitual, se constituye de al menos tres o cuatro capas, aunque esto siempre varía en función del fabricante. Cuando buscamos un suelo de parquet estamos hablando de un tipo de suelo que es exclusivamente de madera y que, por lo tanto, se entiende como un revestimiento con un grosor superior a 2,5 mm.
El parquet clásico cuenta con grandes beneficios, ya que es uno de los más naturales y auténticos, puesto que utiliza una madera natural. Esto también significa que el suelo de parquet va a tener siempre un estilo y un diseño único, puesto que precisamente gracias a los nudos y a las vetas de los dibujos naturales no hay dos suelos de parquet iguales.
Ya que hablamos, además de un material natural, es uno de los más limpios, con un acabado y una textura natural y sostenible que nos ofrece muchísima luminosidad y calidez, como ya hemos comentado. Es un tipo de suelo perfecto para cualquier estancia y además es bastante resistente, por lo que podemos instalarlo en toda la casa. No solo eso, sino que el parquet es un tipo de suelo que es compatible con los sistemas de calefacción y refrigeración y, en caso de que se estropee, con el paso del tiempo puede restaurarse.
En la actualidad podemos encontrarnos con los distintos tipos de suelos de parquet que mencionamos a continuación:
Parquet flotante: Una de las opciones más escogidas en el caso del parquet de madera natural, pero que en este caso utiliza un tipo de material sintético y más blando que resulta bastante más agradable al tacto.
Parquet vinílico: Otro de los tipos de parquet que existen es el vinílico, que seguramente sea el más popular. Esta es una de las modalidades más resistentes, ya que además aguanta la humedad y la hinchazón. Se puede colocar sobre cualquier suelo anterior, por lo que es uno de los trabajos más rápidos. Además, tiene un mantenimiento casi inexistente, puesto que es un suelo que rechaza la suciedad.
Parquet laminado: En este otro caso utilizamos tableros de fibras compactas de alta densidad junto a una lámina decorativa en la superficie, que es capaz de imitar los distintos colores de madera. Los parquets de láminas son los más duros, por lo que pueden ser los mejores para estancias en las que el suelo va a sufrir bastante.
Parquet industrial: Uno de los que mejor quedan en el ámbito estético utiliza formas de mosaico. Al igual que el caso anterior, es otro de los que tienen mayor dureza y, por lo tanto, aporta una excelente resistencia. Este se fabrica con madera maciza y es uno de los más originales.
Características de la tarima flotante
Una gran alternativa al suelo de parquet natural es el de la tarima flotante que, como ya hemos explicado, suele confundirse muy habitualmente. El problema suele nacer directamente del hecho de que algunos distribuidores o fabricantes utilizan el nombre de tarima flotante para referirse indistintamente a cualquiera de estos dos tipos de pavimento, pero lo cierto es que sí que existen diferencias.
A la hora de hablar de tarima flotante, lo más importante no es el material, sino más bien la forma de instalación. Es por este motivo que la tarima flotante es realmente una variante del parquet, puesto que esta tarima flotante sí que se compone enteramente de madera, pero puede tener distintos tipos en su interior. De esta forma se puede distinguir sobre todo entre dos tipos de tarima flotante:
Tarima maciza. En este caso nos encontramos ante un pavimento que se fabrica con una única pieza de madera y que, por lo tanto, solo tiene una capa. Estas piezas de tarima maciza suelen diseñarse mediante un machihembrado que ayuda a la unión a la hora de la instalación.
Tarima multicapa. Este segundo caso se refiere a los suelos de madera que se componen por distintas capas de maderas varias. Lo más habitual es que sean tres láminas encoladas entre sí y que compartan el grosor de la madera superior.
Con todas estas características explicadas, es fácil determinar que el suelo de tarima flotante se encuentra a caballo entre considerarse suelo de madera natural de parquet y un suelo laminado. Debido al hecho de que la composición de este tipo de suelo no siempre es de madera maciza, no es un suelo tan noble como el parquet. Sin embargo, los suelos de tarima flotante ofrecen muchísimas ventajas, como, por ejemplo, el hecho de que son aptos para suelos radiantes, por lo que no generan problemas con la calefacción ni el aire acondicionado.
Además de todo esto, como la tarima flotante también se fabrica con madera, hablamos de un tipo de suelo que es igualmente elegante y cálido. Sin duda, uno de sus puntos fuertes es el montaje, que en este caso se realiza sobre una manta de polietileno. Esto es lo que le otorga este nombre de tarima flotante, ya que existe un ligero movimiento entre los listones de la tarima. El ensamblaje de las tablas se efectúa con el machihembrado que ya hemos mencionado, y este es uno de los principales motivos por el que ambos tipos de suelo se confunden.
Diferencias entre tarima y parquet
Ahora que ya hemos visto las características de la tarima flotante y el parquet, queremos hablarte de cuáles son realmente las diferencias entre ambos. Ya hemos visto las ventajas de estos tipos de suelo, por lo que si estás buscando comprar parquet o tarima flotante a buenos precios y de calidad te recomendamos que acudas a Briconeo.es. En esta empresa podrás acceder a un catálogo con todo tipo de suelos de tarima flotante y de parquet . Además, si tienes cualquier tipo de duda, el equipo de la empresa te aconsejará y ayudará en la decisión y en el proceso de compra.
Ahora bien, si todavía nos quedan dudas sobre cuál es la diferencia entre la tarima flotante y el parquet, es tan simple como atender a los puntos clave entre ambos:
El precio de la tarima flotante generalmente es más barato. Y es que de forma habitual solemos encontrarnos con que este está entre los 40 y los 75 euros por metro cuadrado, mientras que el precio del parquet natural ronda desde los 40 hasta los 110 euros por metro cuadrado.
El acabado también es ligeramente diferente, puesto que mientras que la estética del parquet es de madera completamente natural, por otro lado, la estética de la tarima es una imitación. Ya hemos mencionado que también se emplean distintas maderas para su fabricación, pero la combinación de estas y otros materiales sintéticos propicia la posibilidad de diseños infinitos. Así que aunque ambos tienen un aspecto bastante parecido, es posible diferenciar la madera natural.
El método de instalación también es diferente. Y es que mientras que en el parquet natural tenemos que realizar un proceso de pegado al suelo, por otro lado, la tarima utiliza un tipo de instalación flotante. Esto quiere decir que la tarima puede instalarse sobre el pavimento anterior sin la necesidad de llevar a cabo ningún tipo de obra.
Si atendemos a la resistencia y a la durabilidad de ambos materiales, el parquet ya hemos dicho que es bastante duradero, pero que además cuenta con la ventaja de que puede repararse. Por el contrario, esto es algo que no encontramos con la tarima flotante, ya que aunque esta también es muy resistente y duradera, en el caso de que esta se estropee, no se podrá reparar y habrá que sustituirla por completo.
En relación con este otro punto, si hablamos del mantenimiento, el parquet es algo más susceptible a la hora de la limpieza, puesto que se recomienda siempre la utilización de productos específicos. En esto la tarima flotante resulta más sencilla de tratar, ya que gracias a la mezcla de materiales es algo más resistente a los productos. Por lo que aunque también se recomienda utilizar productos específicos, existe una variedad más amplia.