Adentrarse en el mundo de la maternidad es una experiencia tan bonita como complicada, y por ello la toma de decisiones es constante. Las madres que no quieren o pueden dar el pecho a sus recién nacidos optan por la vía de la alimentación mediante biberones.
Conforme vamos investigando, estudiando y descubriendo novedades en el campo de la puericultura, también van surgiendo biberones que se adaptan cada vez más a las necesidades de nuestros pequeños.
Y es que escoger el biberón adecuado es una de las decisiones más importantes que deberás tomar en cuanto te encuentres con el niño en casa, y nadie dijo que fuera fácil. Es más común de lo que pensamos que los bebés rechacen los biberones que les hemos comprado, porque ellos también tienen sus propias preferencias, así que este proceso se convertirá en uno de prueba y error.
No solo eso, sino que los biberones y tetinas deberán cambiarse con el paso de los meses para adaptarse a su crecimiento, de modo que para poder entender y comprar con criterio resulta imprescindible contar con una guía.
Por ello, en este artículo reunimos toda la información más valiosa respecto a los biberones y a las tetinas más utilizadas en la actualidad para que no tengas que perder el tiempo comparando opiniones y para que únicamente compres lo mejor para tus hijos.
Tipos de biberones más usados
A la hora de hablar de tipos de biberones, lo cierto es que se pueden clasificar por materiales, formas, flujos, edades, tamaños y otros aspectos similares. La elección pasa por determinar todos estos aspectos según lo que los padres crean más conveniente para su bebé y en función a lo que el bebé tolere mejor.
Las distintas divisiones que deberás tener en cuenta son:
- La forma: Existen los biberones clásicos, esto es, los cilindros de uso tradicional que se pueden considerarse los más económicos; los biberones ergonómicos, cuya principal función es la de ofrecer una sujeción mejor para la mano con la intención de inculcar cierta independencia en el niño; los biberones de botella, que se caracterizan por una mayor facilidad de apertura que ayuda en la preparación y la limpieza; y los biberones anticólicos, que se diseñan para evitar los reflujos y los cólicos tan comunes en los niños.
- El tamaño: Se pueden encontrar en el mercado biberones de 60 a 120 ml, pensados para los recién nacidos; de 240 a 260 ml, que se recomiendan para los niños de 3 a 9 meses; y los superiores a 330 ml, solo para bebés de más de 9 meses.
- El material: Los dos materiales más comunes hoy en día son el plástico o polipropileno, cuya función principal es la de conservar en mejor estado el interior de la botella, asegurar mayor higiene y facilitar la tarea de limpiado y esterilizado; y los de cristal o vidrio, que, aunque también son cómodos y limpios, existe en su uso el riesgo de rotura y pueden resultar algo más peligrosos para los niños.
Más allá de estas características comunes es importante tener en cuenta también otros aspectos complementarios como pueden ser los colores que permitan que se vea o no la mezcla en su interior; el tipo de rosca y de tapón, que sean seguros y que no causen goteos; que lleven marcas medidoras que indiquen los mililitros; que cuenten con función de temperatura y otras opciones que marcarán la diferencia.
A la hora de determinar cuál es mejor o peor, la realidad es que esta respuesta solo le corresponde a tu bebé.
Tipos de tetinas más comunes
Ahora bien, llegado el momento de acoplar una tetina al biberón, esta parte es quizás la más complicada, ya que será la comodidad con la que la tetina le alimente con la leche lo que hará que tu bebé acepte o rechace un biberón.
Para diferenciar entre las tetinas más habituales también es importante comprender tres aspectos distintos, que son los siguientes:
- La forma: Se pueden encontrar tetinas anatómicas con una forma más aplanada; tetinas de gota, que tienen la forma redondeada y se consideran las más tradicionales; tetinas fisiológicas, que son las que imitan el pezón femenino y, por tanto, las más recomendadas para las madres que optan por una lactancia mixta; y las tetinas especiales para papilla, que ya se consideran tetinas para una fase posterior de la lactancia.
- El material: Pueden ser de látex, que se considera un material flexible, blando y natural; o de silicona, que es más duradera y suele ser la más adecuada para los bebés que muerden la tetina.
- El flujo: Existen tetinas con flujo lento, que son las más recomendadas para los recién nacidos; las de flujo medio, las cuales se consideran las más adecuadas para los bebés hasta los seis meses; y las de flujo rápido para los de más de seis meses. Además de esto, existen tetinas graduables dónde puedes escoger el tipo de flujo según sus posiciones.
Lo más importante es conocer las necesidades del bebé en cada momento de la lactancia, y será él mismo el que dé a los padres indicaciones con su propio comportamiento. De este modo, lo más fácil es observar cómo trata el bebé las tetinas para conocer cuál será la más adecuada para el.
Diferencias entre un biberón y una tetina
Una vez entendidas las dos modalidades de biberón y tetinas es fácil comprender que la diferencia no viene marcada por cada elemento individual, sino por la combinación de ambos, pues hablamos de los dos componentes principales que forman los biberones y será con la mezcla de las dos piezas más adecuadas como se creará el biberón perfecto para nuestro bebé.
Esto significa que no existe ni el mejor biberón ni la mejor tetina, ya que cada bebé disfrutará con un modelo personalizado, pues habrá quienes prefieran un biberón de cristal con una tetina de flujo medio y habrá quienes escojan un biberón de látex con una tetina graduable.
La mejor forma de saber qué biberón es el adecuado para nuestro bebé es la de ir probando hasta que él mismo se adapte al que mejor responda a sus necesidades.