Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

En la naturaleza, encontramos una variedad de minerales con distintos colores, pero no todos alcanzan el estatus de piedras preciosas. ¿Pero qué define exactamente a una piedra como preciosa? Este término se reserva para aquellas piedras excepcionales que destacan por su rareza, durabilidad y solidez. Entre las cuatro gemas consideradas preciosas, se encuentran el diamante, la esmeralda, el zafiro y el rubí, cada una con sus propios significados y cualidades únicas.

Además de estas piedras preciosas, existen otras gemas hermosas, como el topacio, el citrino y la amatista, que también se emplean en joyería, aunque se clasifican como piedras de colores más comunes. Cada una de estas piedras posee su encanto particular, contribuyendo a la diversidad y riqueza de opciones en el mundo de la joyería.

¿Qué es una piedra preciosa?

Las gemas son minerales raros que poseen propiedades estéticas únicas y una sólida estructura. Su belleza se evalúa a simple vista, considerando aspectos como el color, el brillo, el fuego, la transparencia y los efectos de luz. La durabilidad, por otro lado, abarca la resistencia (según la escala de Mohs), la fragilidad y la resistencia química de la piedra.

En términos más comunes, se reconocen cuatro gemas preciosas: esmeralda, zafiro, diamante y rubí. Esta clasificación fue ideada por los antiguos griegos basándose en la rareza de estas piedras, siempre siendo minerales más o menos transparentes con una forma cristalina distintiva.

En la actualidad, los diamantes suelen venir con certificados que evalúan las 4C: quilates, color, claridad y corte. Estos criterios proporcionan información detallada sobre la calidad del diamante que estás adquiriendo.

Según leyendas antiguas, cada tipo de gema y piedra de color tiene un significado propio. Llevar consigo estas piedras preciosas se cree que otorga cierto poder, una consideración importante al elegir la piedra que te acompañará.

¿Cuáles son los diferentes tipos de piedras preciosas?

Ahora vamos a mostrarte los diferentes tipos de piedras preciosas que vas a poder encontrar en el mundo de la joyería. Si buscas una joya con una piedra preciosa, en https://mimikoko.es/fr podrás encontrar un catálogo amplio de opciones entre las que elegir. Es importante destacar que el valor de la joya es importante, pero también el diseño. Siempre hay que optar por joyas bonitas para tener la certeza de que la experiencia va a ser la esperada.

1- Diamante

Los diamantes tienen una belleza eterna. Son conocidos por su deslumbrante brillo entre todas las piedras preciosas transparentes y se destacan como el material más resistente, sólo susceptible a ser rayado por otro diamante. Su nombre, “además,” proviene del griego, significando “irrompible.”

Estas gemas únicas reflejan la luz de manera incomparable, especialmente cuando están expuestas a una fuente de luz multidireccional. Cada ligero movimiento de la mano hace que un anillo de diamantes resplandezca intensamente, capturando todas las miradas.

La calidad de los diamantes se evalúa mediante el sistema internacional de estándares de las cuatro C: color, corte, claridad y peso en quilates. Estos criterios proporcionan una comprensión detallada de la valía y la perfección de cada diamante.

Cuando se trata de elegir el metal para el engaste de los diamantes, la elección del metal noble es crucial. Desde el oro en todas sus variantes de color hasta el platino, estos metales realzan la belleza intrínseca de los diamantes. La combinación de estas piedras preciosas con metales de alta calidad crea joyas que perduran en el tiempo y atraen admiración por su elegancia atemporal.

2- Ruby

Con ese rojo intenso y brillo vibrante, el rubí, miembro distinguido de la familia del corindón, se erige como el emblema del amor y el deseo. Es el regalo romántico perfecto para aquella mujer que ha caído rendida ante los encantos del corazón.

Hablemos de cifras asombrosas. Las subastas de rubíes de alta calidad han alcanzado precios récord a lo largo del tiempo, consolidando al rubí como la joya coloreada de mayor valor por quilate. Su atractivo va más allá de la simple estética; es una inversión que perdura.

Sumérgete en el fascinante mundo de las inclusiones. Los rubíes puros presentan finas agujas que, al agruparse, crean el fenómeno conocido como “sedoso”. Este efecto no solo suaviza el color, sino que también intensifica el juego de luces en las facetas de la piedra, añadiendo un toque de misterio y elegancia.

Y al hablar del engaste, las posibilidades son tan ricas como el propio rubí. Su tono rojo brillante se complementa a la perfección con todos los colores del oro: blanco, rosa, amarillo y dorado, así como con el resplandor del platino. La elección del metal es tan crucial como la elección del propio rubí, dando vida a una joya que trasciende el tiempo y la moda.

3- Zafiro

Los zafiros puros, en realidad, presentan un color blanco, pero debido a la presencia de trazas de hierro y titanio, adquieren un tono azul aterciopelado. Además del clásico azul, existen zafiros más inusuales que abarcan una gama de colores, desde verde hasta rosa e incluso negro, a excepción del zafiro rojo, que en realidad es un rubí.

Cuando se trata de joyas de la corona, el zafiro más destacado proviene de la colección que perteneció a la difunta princesa Diana de Gales, y hoy en día es utilizado por Catalina, la duquesa de Cambridge.

En cuanto al engaste del zafiro, su color aristocrático resalta de manera espléndida con cualquier metal, ya sea platino, oro blanco, amarillo o rosa.

Es interesante saber que los zafiros son reconocidos como las piedras preciosas asociadas con la sabiduría, la verdad y la justicia. Además, el zafiro no solo es la piedra de nacimiento del mes de septiembre, sino también la piedra preciosa que conmemora el quinto y cuadragésimo quinto aniversario de bodas.

4- Esmeralda

La esmeralda, reconocida por su tono verde vibrante y la profundidad de color que la distingue entre las gemas, representa la renovación y la esperanza.

Explorando su historia, esta piedra de exquisito color verde ha cautivado a la realeza a lo largo de los siglos. Cleopatra, la célebre reina de Egipto, tenía una predilección por las esmeraldas y disfrutaba lucirlas.

La esmeralda, en su perfección, a menudo presenta inclusiones complejas conocidas como inclusiones de “jardín”, lo que complica su proceso de corte. Como respuesta a este desafío, los artesanos han desarrollado un método de corte específico llamado corte esmeralda, que otorga a la piedra una forma rectangular o cuadrada.

Al considerar el engaste de una esmeralda, es común optar por el oro amarillo; sin embargo, su color resplandece notablemente con el platino, así como con el oro blanco. Esta elección del metal no solo realza su belleza, sino que también añade un toque distintivo a la joya.